A principios de año decidí hacer una dieta estricta con una nutrióloga y poner a prueba mi fuerza de voluntad. Lo que quería era bajar mi nivel de grasa, por lo que me aventuré haciendo el famoso ayuno intermitente. Pensé que no aguantaría y moriría de hambre, pero no fue así.
Lo más maravilloso de todo fue darme cuenta que la mayoría no comemos por hambre sino por ansia, estrés, angustia o depresión. Vamos por la vida en automático sin darnos cuenta de lo que hacemos y el por qué lo hacemos.
El caso es que gracias a la dieta cambié mis hábitos alimenticios y tomé conciencia de cuándo y cuánto debo comer.
¿Te has puesto a pensar cuánto tiempo del día pasas sin comer NINGÚN alimento?
Tendemos a comer mal, en ocasiones dejamos pasar horas sin una buena comida por falta de tiempo y exceso de estrés. ¡Eso es pésimo!
Pero mientras hacemos una buena comida, con tal de marear el hambre o más bien calmar el ansia, comemos cualquier porquería que se nos pone enfrente. Compramos comida chatarra cada que salimos a caminar a la calle, mientras vamos en el tránsito de la ciudad bajamos la ventana del coche y le compramos algo a algún vendedor, el caso es que la cantidad de porquerías que comemos diariamente es para asustarse.
Les comparto algunas botanitas que pueden calmarnos el hambre, son sanas y no nos engordan. ¡TOMA NOTA!
DULCE:
- Chocolate oscuro ( 80% cacao)
- Mango
- Uvas
ÁCIDO:
- Moras, frutos rojos
- Pepinos con chile y limón
CRUJIENTE:
- Semillas de girasol
- Almendras
- Verduras deshidratadas
ALGO CON TEXTURA:
- Agua con fruta
- Gelatina natural
- paleta helada de fruta (agua)
Recuerda que la mala alimentación pasa la factura y que los TONES (treintones, cuarentones, cincuentones, etc) podemos alargar nuestra juventud siendo conscientes de lo que comemos y haciendo ejercicio.
#VIVECOOL