Nadie te puede gritar tu precio en una tienda. ¿O si? Hay cosas que no se compran, como el ser feliz siendo quien eres. Eso se trabaja todos los días y se gana con risas y lágrimas. Pero sobre todo, con los años. Hay que nacer con «muy buen gusto» para poder gustarnos, disfrutarnos y compartirnos. Ja, ja, ja.
Si alguien te quiere gritar tu precio, ¡mejor dile que le vas a enseñar tu código de barras! Ja, ja.
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Bien que le pasa a esa amargada deseguro nadie se la había cogido jajajaja
Es excelente comemtario y con espontaneidad que seguro fue lo que no le agradó
Te gritaron inventada????