El Merecimiento, la Llave de la Abundancia
Probablemente hemos escuchado hablar muchas veces sobre “el merecimiento” y seguramente todos creemos que nos sabemos merecedores de lo mejor. Sin embargo, cuando algo no llega, no fluye en nuestra vida es porque lo estamos bloqueando de una u otra forma. ¿Qué tantos recuerdos tienes de tu infancia? ¿Tuviste una infancia plena y feliz? ¿Fuiste un niño querido, protegido, comprendido y contenido? ¿Cómo fue tu juventud?
La cultura del esfuerzo implica que las cosas, para merecerlas, hay que ganarlas y eso siempre genera demasiada frustración.
¿Y si dejáramos de vivir desde el “esfuerzo” y comenzáramos a vivir desde la “facilidad”?
¿Y si dejáramos de creer que hay que ganarnos las cosas para poder tenerlas?
Por el simple hecho de existir en este universo, este planeta, merecemos lo mejor de este universo y de este planeta. Es nuestro propio juicio lo que abre o cierra posibilidades y, lo que creemos, lo creamos.
En nuestra mente decidimos el qué y el universo decide el cómo reflejarlo y actualizarlo en nuestra vida.
Respeto mucho todas las religiones pero así como hay materias y libros para cada nivel, también los hay para cada nivel de consciencia. La educación-religión judeocristiana está cargada de creencias con relación a la necesidad del sacrificio y el miedo y el dolor para poder ser merecedor. Ahí todavía no hay cuestionamiento, hay muy poca consciencia. Ahí todo se crea a partir del miedo, del castigo, del juicio, la culpa, de todos los estados del NO SER.
“Somos 95% inconsciente, de ese 95%, el 90% son pensamientos que se repiten constantemente y de ese 90% el 85 % son negativos”.
¿Ahora entiendes por qué es indispensable el autoconocimiento, el despertar de consciencia, el recibir información de Sabiduría? Para poder salir de la rueda del hamster y dejar de gastarnos la vida dando vueltas en el mismo lugar sin obtener experiencias ni resultados distintos.
Necesitamos hacer un trabajo profundo de consciencia para poder descubrir ¿por qué no nos sentimos merecedores de lo mejor en la vida?, ¿por qué constantemente nos boicoteamos, nos ponemos el pie cuando estamos a punto de conseguir eso por lo que tanto hemos trabajado?
Seguramente has escuchado la frase:
“No atraes lo que quieres, atraes lo que eres”.
Pero ¿qué significa? Que nos somos completamente responsables de lo que nos sucede en nuestra vida pero sí de lo que hacemos con ello”.
De entrada, te pido que bajes todas tus barreras, que bajes todas tus resistencias y crees espacio en tu mente y tu cuerpo para recibir nueva información que pueda instalarse de manera correcta en ti, en tu programa, en ese programa a partir del cuál reaccionas a diario.
Podemos tener programas de “no merecimiento” instalados y hasta que logremos reconocerlos y soltarlos, hasta entonces seguiremos viviendo a partir de ellos.
Si de niño te dijeron frases como estas:
– No eres suficiente
– No te lo mereces
– Te mereces lo malo que te sucedió
– Por tu culpa sucedió esto tan lamentable…
– Ojalá te parecieras un poco a tu hermano
O si viviste experiencias difíciles y traumáticas de las que te hayas sentido responsable o culpable, muy probablemente desarrollaste la “creencia” de que no mereces tener lo que deseas y por lo mismo, te castigas constantemente bloqueando la llegada de lo que está listo y dispuesto para ti en el universo. Cualquier comparación que alguien que tú considerabas importante haya hecho de ti con alguien más, pudo haberte generado la “falsa creencia” de que eras poca cosa o no merecías.
Ahora, quizás esto haya sucedido en tu infancia, pubertad, juventud o quizás haya sido una creencia, un patrón, un implante muy fuerte que se ha arrastrado de generación en generación. (ve este video sobre Constelaciones Familiares)
Y es que somos la continuidad de nuestros ancestros. Así como heredamos información en los genes que nos hace tener los ojos azules o distintas características físicas, también heredamos información que se guarda en el inconsciente y si no la identificamos y trascendemos, continuamos viviendo y creando a partir de ella.
¿Cómo comenzar a cambiar los programas instalados de “no merecimiento”? ¿Sabes recibir?
De entrada, haciéndonos conscientes de que no hay culpas, no hay “bueno o malo”, no existe “mejor ni peor”, todo por lo que nos toca atravesar es solo “un proceso” que hay que vivir para poder revelar la verdad en él, para poder identificar la “falsa creencia” instalada y transformarla en verdad, en una nueva consciencia.
Así, experimentar la carencia nos lleva a comprender que nosotros mismos la estamos generando al no tener desarrollada la consciencia de prosperidad. El vivir una situación de enfermedad se da para llevarnos a encontrar la “falsa creencia” que la está generando y poder transformarla en salud.
El sufrimiento debilita al ego, lo aniquila hasta que se abre a un nuevo entendimiento de la realidad y entonces evolucionamos, crecemos, aprendemos a crear mayor armonía en nuestro mundo y nos volvemos más libres. Es por esto que de lo que más duele es de lo que más se aprende.
¿Qué es falso y qué es verdadero?
En esta existencia no hay una sola verdad absoluta, existen tantas verdades como consciencias existen ya que cada una tiene una distinta interpretación de ella basada en sus propias experiencias (igualmente válidas), estas experiencias desarrollan “creencias”, estas creencias “pensamientos e ideas” y estas crean realidades. Así vamos viviendo, cambiando y evolucionando. Pero eso sí:
“Lo verdadero siempre es aquello que produce armonía, gozo y lo falso, aquello que produce caos y dolor”.
Hoy estamos aquí para comenzar a desarrollar la consciencia de MERECIMIENTO.
El sistema a partir del cual todos aprendemos y desarrollamos consciencia es “acierto y error”, por lo que, la culpa, el rencor, el orgullo son una ilusión, tan solo invento del hombre producido por su ignorancia. Al no comprender lo que vivimos entramos en lo que se llama “estados del NO SER” y son todas las emociones de baja vibración: tristeza, rencor, odio, celos, sufrimiento, enojo, caos, etc…
Cuando descubrimos la verdad en cada situación, entramos en los “Estados naturales del ser” : alegría, armonía, gozo, dicha, contento, felicidad, honestidad, amor, etc.
La culpa es la contraparte del merecimiento.
“No podemos culparnos por lo que vivimos ni por lo que en ocasiones nos toca hacer vivir a los demás” puesto que es un proceso natural y el único que nos puede llevar al aprendizaje, a convertir la sombra en oscuridad.
Así funciona la vida nos guste o no. Este es el sistema. Únicamente teniendo conocimiento de ello podemos ir saliendo de los “estados del NO SER” que nos mantienen en sufrimiento vibrando bajo y conectando, atrayendo situaciones, personas y experiencias de la misma frecuencia.
Repito: “no existe razón por la cuál no puedas ser merecedor de lo mejor que la vida, el universo tienen para ti”.
En el universo todo es perfecto, cumple una función específica y cada partícula, cada célula, cada átomo, cada molécula ha sido creada a partir de la Inteligencia Divina, Dios o como prefieras llamarle. Si todo ha sido creado a partir de la Perfección, todo merece siempre perfección, todo está siempre en proceso de perfeccionamiento.
En realidad NO EXISTEN EL BIEN Y EL MAL, este juicio es tan solo una ignorante interpretación de la realidad basada en la “dualidad”, la separación y el juicio. Y si nunca estamos haciendo lo incorrecto, entonces nunca cometemos desaciertos. Todo lo que vivimos siempre tiene un propósito: llevarnos a revelar más luz, más verdad, más consciencia en nosotros.
“Somos consciencias creadas por Dios para poder expresar su perfección de infinitas formas y eternas posibilidades” Entonces siempre merecemos lo mejor, solo que tenemos que desarrollar consciencia propia del todo para poder expresarlo en nuestra vida. Y este eterno proceso se consigue a través de la reencarnación.
Ejercicio de la semana:
Te invito a que cierres los ojos y recuerdes algún o algunos de los momentos más difíciles y dolorosos en tu vida, ya sea de situaciones que viviste solo o con alguien más. Ahora regresa la escena y con el entendimiento que acabas de adquirir e instalar en ti, con esa nueva consciencia, reinterpreta los hechos y los podrás experimentarlos sin tanto dolor, drama y trauma, puesto que sabes que nada está mal y que cualquier cosa que nos sucede o hacemos a los demás tiene una misteriosa razón de ser y una maravillosa enseñanza oculta.
Ahora, abrázate, contente y repítete: “todo está bien, siéntete tranquilo y confiado en que todo sucede por una razón y esta es siempre mejorar, aprender. No te tomes nada personal. Todos hacemos siempre lo mejor que podemos con las herramientas que tenemos a cada instante. En el fondo, todos deseamos vivir felices y en paz, si supiéramos cómo hacerlo, nadie nos produciríamos sufrimiento y por lo mismo, tampoco lo generaríamos a los demás.
¿Qué hubieras creado diferente en tu vida si hubieras sentido que merecías lo mejor?
Afirmaciones:
1 – Yo soy valioso y merezco lo mejor.
2 – Yo he hecho siempre lo mejor que he podido y esto ha sido perfecto para mi aprendizaje.
3 – Yo merezco lo mejor porque soy la potencia, un pensamiento de dios.
4 – Yo soy valor y valioso. Yo merezco todo lo bueno desde el instante en que fui creado.
5 – Yo merezco descansar, no soy una máquina y no soy lo que hago ni a lo que me dedico.
Preguntas para abrir posibilidades:
1 – ¿Qué tomaría que yo fuera capaz de reconocer que nunca he cometido ningún error, que siempre he hecho mi mayor esfuerzo y por lo mismo merezco siempre lo mejor?
2 – ¿Qué magia podría activar en mi si dejara de sentirme culpable, responsable o no merecedor?
3 – ¿Qué energía, magia, milagro y posibilidades podrían ser mi cuerpo y yo si me liberara de cualquier culpa en esta y en otras vidas pasadas y futuras?
4 – ¿Y si a partir de hoy todo el universo pudiera contribuirte de infinitas formas, incluso las que no soy siquiera capaz de imaginar?
5 – ¿Y si comenzara a recibir de forma mágica todo aquello a lo que cerré la puerta por no sentirme merecedor o merecedora?
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